domingo, 10 de marzo de 2019
Contra un rival que siempre le es esquivo, Boca sacó pecho y
le ganó a San Lorenzo, que dejó una muy mala imagen y dejó a Almirón tecleando.
De arranque, salió a demoler el local. A los 3 minutos, Zárate clavó un
derechazo de afuera del área y dejó sin chances a Monetti.
Tuvo algunas chances más para ampliar la ventaja, pero no
fue preciso, especialmente Wanchope. Con el correr de los minutos, Boca se fue
quedando y San Lorenzo, con su andar lento y cansino, sin cambio de ritmo, se
fue aproximando y casi lo empata con un cabezazo de Reniero que se estrelló en
el travesaño.
En la segunda parte, Reynoso se empezó a hacer manija,
levantó mucho su nivel y Boca lo sintió. Desborde de Bebelo, centro y gol de
Nandez, con roce en Salazar.
Poco después, Monetti cometió una irresponsabilidad enorme:
le dio una patada en el área a Wanchope, mientras él tenía la pelota. Tello lo
expulsó bien, pero cobró tiro libre para San Lorenzo, alegando una obstrucción
del ex-Huracán. La expulsión terminó de sepultar a un visitante que como podía
intentaba ir pero no tenía argumentos.
En la más clara, Andrada le tapó un mano a mano a Fertolí y,
en la contra, Reynoso condujo y tocó para Villa, que puso el 3-0 ante la
endeble respuesta del ingresado Torrico. El final fue caliente, con muchos
jugadores de San Lorenzo enojados y yendo a buscar a Buffarini por haber tirado
una rabona.
Pobrísima actuación de los de Almirón, que se fueron
derrotados sin atenuantes, casi sin respuestas y dejando una muy mala imagen, y
con la continuidad del técnico en el limbo. Buena actuación de Boca con Reynoso
de bandera, ante un rival que no ofreció mucha resistencia. Gran manera de
tomar confianza para lo que viene, tras algunas dudas dejadas en Cochabamba. El
camino es este.
