viernes, 31 de julio de 2015
Vélez Sarsfield cayó por 2 a 1 en su visita a Temperley. Comenzó ganando con el gol de Leandro Desábato, mientras que Pablo Vílchez y Fabián Sambueza dieron vuelta el resultado.
La segunda cara mostrada por los dirigidos por Russo en el segundo tiempo poco y nada tiene que ver con la buena mostrada en el primer tiempo. Y ya es muy preocupante.
En la primera parte, Vélez dómino el juego y podría haberse ido al descanso ganando por una diferencia algo mayor. Desde el medio se hizo fuerte e impuso condiciones frente a un Temperley, que no le encontró la vuelta al partido. A los 2 minutos, los de Liniers ya habían tenido dos situaciones claras para abrir el marcador: un remate de Desábato que tapó bien Crivelli y un cabezazo de Amor que pasó cerca. Pero a los 15, Desábato volvió a probar tras una pelota recuperada en campo rival y puso el 1 a 0, y era justo.
Ordenado, si. Con pocos argumentos, también. Pero era justo, y tuvo alguna más para ampliar el marcador, pero no lo hizo y se fue al entretiempo 1 a 0.
En el complemento vino la debacle. Vélez salió absolutamente desconcertado del partido. El medio desde donde se había hecho fuerte en el primer tiempo se deshizo como si nunca hubiera existido. El correcto encuentro que venían teniendo el autor del gol y Somoza desapareció.
Los cambios de Rezza ayudaron al descontrol general. Puso un punta más, junto a Dinneno con Vílchez, y liberó a Sambueza para que juegue de enganche a las espaldas del doble 5 de Vélez.
Por el contrario, el cambio que hizo Russo para contrarrestar esta movida solo agrego caos: adentro Grillo, afuera Bella (de pálido encuentro) y Damián Pérez pasó de volante por izquierda.
Dos minutos más tarde, Grillo le cometió un penal infantil y evitable a Esparza. Vílchez lo cambio por gol. Empate y desde allí, todo fue de Temperley. A nadie le extrañó que unos minutos más tarde, Sambueza marcara el 2 a 1. Todo comenzó en una de las miles de pelotas que Somoza perdió o les cedió a los jugadores gasoleros. El nivel del ex-Lanús, hoy por hoy, roza lo patético y demuestra que no está para jugar.
Tras el 2 - 1, Vélez amagó a reaccionar con los ingresos de Delgadillo y Arario (debut absoluto del chico llegado en enero desde la Roma), pero solo fue un amague. Todo termino en descontrol, con Doffo, Somoza y Caraglio debiendo ser expulsados.
Resulta increíble que Yamil Asad no sea titular o que no ingrese. Mas allá de sus altibajos, es inentendible que no esté por el desequilibrio que puede aportar.
Esta derrota frente a Temperley tiene un aroma particular. Uno muy parecido a un fin de ciclo. Uno de un técnico que no sabe trabajar con pibes, que plantea mal los partidos y que no le encuentra la vuelta a una pálida situación futbolística. Un técnico que nunca debió ser el elegido. Pese a quien le pese.
Goles
