martes, 15 de noviembre de 2016
Argentina derrotó 3 a 0 a Colombia por la 12° Fecha de las Eliminatorias para el Mundial de Rusia 2018. Lionel Messi, Lucas Pratto y Ángel Di María, los goles argentinos.
Cuando se toca fondo, hay pocas opciones más que salir a flote otra vez, no hay nada más allá. Argentina volvió a vivir con los tres puntos frente a Colombia, se volvió a meter en zona de repechaje pero desde el juego, sigue en el debe. La diferencia fue contar con un Messi en un nivel superlativo, haciéndose cargo de todo el equipo.
El local, con la tarea de revertir la espantosa tarea en tierras brasileñas, salió a la cancha con tres cambios: Mercado, Banega y Pratto por Zabaleta, Enzo Pérez e Higuain, respectivamente.
Los de Pekerman, con un planteo muy conservador, con una línea de 4 sin proyección y un triple cinco de marca, pero con James Rodríguez y Cuadrado libres para abastecer a un Falcao que recién ahora está empezando a volver a ser.
Primeros minutos parejos, con la visita plantada bien atrás y Argentina con pocas ideas. Tuvo que frotar la lámpara Messi en un tiro libre para que la Argentina vuelva a gritar.
Zurdazo implacable al ángulo, imposible para Ospina y para cualquier arquero. 1 a 0 y la responsabilidad pasó a Colombia que, con su esquema, tuvo problemas para salir a buscar el partido.
Con James desconectado, Falcao aislado y Cuadrado poco buscado, los de Pekerman se fueron diluyendo y a la Argentina se le simplifico la tarea, también por contar con un Messi en un soberbio nivel, responsable del primer gol y autor intelectual del segundo.
Centro perfecto de Messi desde la derecha a Pratto, cabezazo contra un palo, 2 a 0 y tranquilidad.
Poco juego colectivo, poca circulación pero estar dos goles arriba soltó las piernas y relajó los ánimos de un equipo golpeado en lo anímico.
Intentó Pekerman darle más juego a equipo con el ingreso de Macnely Torres (afuera Barrios) pero ya era tarde, nunca pudo remontar la pálida imagen que dejó en el primer tiempo.
Nota para resaltar la actitud de la gente: antes del cambio, ovacionó a Pratto y recibió con una lluvia de silbidos al ingresado Higuain, cuya relación con la gente parece haberse roto hace rato (también fue silbado Agüero en el calentamiento).
Al partido le quedaba tiempo para otra corrida más de Messi, que le robó la pelota a un inocente Murillo y tiró el centro atrás para el gol de Di María, que poco había hecho en el partido antes de eso.
De Colombia, solo un tiro libre al palo de James, apagado y afuera del juego.
Final feliz, por ahora. Tres puntos vitales para sumar oxigeno, pero que no deben tapar lo que ya se viene viviendo desde hace rato: la Selección debe renovarse. Si la victoria de hoy solo sirve para extender un ciclo que en Brasil se apagó, no habrá servido para nada.
Que el árbol no tape el bosque.
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