sábado, 30 de enero de 2016
En Mendoza, se disputo el último superclásico del verano, la revancha de lo ocurrido hace siete días, y como en esa oportunidad, River con un penal se quedó con el partido por 1-0.
Después de lo ocurrido en Mar del Plata, con los incidentes de las expulsiones, se volvían a ver las caras, River y Boca, todo salvo las expulsiones fue un claco, no hubo un dominador claro, por momento el partido cayó en el toque sin sentido y por momento en el error del rival.
Que cambio, el Vasco sorprendió con línea de 3, y Gallado con Ponzio de central.
Los primeros 20 minutos, esa línea de 4 volantes y tanta presión al Xeneize le daba redito, era quien merodeaba el arco rival, y acariciaba el gol, lo tuvo Tevez como quizás la más clara de ese periodo, sin embargo la más clara fue un remate de cabeza de Nacho Fernández, que dio en el poste.
En el complemento con el correr de los minutos, Boca se quedó en el campo, quizás producto del cansancio, River tampoco era claro, ni era protagonista, simplemente hacia rodas la pelota de un lado para el otro sin pisar el área rival.
La única emoción en la noche Mendocina, vino tras un claro penal de Palacios (había ingresado hacia minutos por Chávez) sobre Martínez, que Mora cambiaría por gol, ejecutando fuerte y al medio.
Y en un verano negro para Boca, que salvo el encuentro con Emelec en san Juan, no conoció mas el éxito, tendrá que mejorar mucho de cara a su obsesión que es la Libertadores, River por su parte los triunfos sirven para ganar confianza, aunque por momentos no genera mucho, excepto cuando aparece Fernández.
